La empresa familiar y el turismo

Artículo en Blog de CajaSiete, 17 de enero de 2017

Leopoldo Cólogan


Playa de El Duque, Sur de la Isla de Tenerife

A veces uno no se da cuenta de lo evidente, aun teniéndolo enfrente. Esto me ocurrió a mi cuando un sábado por la mañana, haciendo sportworking, tomo consciencia de que en la empresa familiar tan importante es organizar la gestión del patrimonio y la actividad empresarial, elaborando protocolos familiares para la adecuada sucesión y el relevo generacional, como gestionar la propia familia, y que para esto último ya existe, desde hace tiempo, una profesión especializada como es la figura del “entrenador familiar”, que dentro de la psicología se denomina “escuela de padres”.

“Para valorar y vivir el presente y tomar decisiones a largo plazo, es necesario conocer y analizar el pasado, también a largo plazo.”

En el mismo sentido, podemos decir que no se puede hacer un completo análisis económico de la realidad de una empresa familiar ni de un sector económico concreto sin conocer y tener presente su historia, dado que se pierde perspectiva, se desaprovechan experiencias, positivas y negativas, olvidando el origen de las cosas por la distancia temporal y generacional.

Para valorar y vivir el presente y tomar decisiones a largo plazo, es necesario conocer y analizar el pasado, también a largo plazo. No solo por parte de los que dirigen sino por aquellos que deben entender esas decisiones. Por ejemplo, los miembros de una empresa familiar deben ser conscientes de que el patrimonio de hoy existe gracias a la actividad empresarial del pasado, y que no deben minusvalorar dicha actividad por el hecho de que por las circunstancias económicas no genere lo que generaba antes, sin perjuicio de que se tomen las decisiones que correspondan en cada caso.

Esto me lleva a destacar el ensayo recientemente publicado del investigador, especialista en el turismo británico en Canarias durante el siglo XIX, Nicolás González Lemus, titulado “El hotel Marquesa, La Paz y los Cólogan en el turismo”.

En dicho ensayo se refleja el origen del turismo en la Isla de Tenerife, a través de la evolución económica de un negocio familiar y lo ubica en el Puerto de la Cruz donde existía un interés general por esta actividad, con la iniciativa presentada en mayo de 1865 solicitando autorización al Ministerio de la Gobernación y Fomento del Gobierno de Su Majestad la Reina Isabel II para la construcción de un hotel en La Paz, con la intención de alojar a los extranjeros, que bien por enfermedad o por placer, nos visitaban durante el invierno o el verano.

El citado ensayo pone de manifiesto lo absolutamente necesario que es que, para hacer un completo análisis económico y tomar decisiones de futuro en el sector turístico, se tenga en cuenta la propia historia del mismo, y que la historia no es independiente de la economía.Se tocan temas tan actuales como el turismo médico, y el papel tan relevante que jugó el mundo de la medicina en el origen del turismo en Tenerife, destacando figuras como los orotavenses Alonso Perdigón y Manuel Pestano, el lanzaroteño Tomás Zerolo y el palmero Víctor Pérez, así como la importancia que le daba a ello el turismo británico.

Siendo este un elemento relevante que está presente aun hoy en día, parece obvio que debe tenerse en cuenta en cualquier análisis del sector turístico que se haga, que para el desarrollo turístico ha sido clave el mundo de la medicina.

Otro tema muy actual, y que forma parte del origen del turismo en Tenerife, es la decisión en 1883 de dedicar a la explotación turística más de treinta casas en el Puerto de la Cruz. Es decir, ante la insuficiente planta hotelera para la demanda que existía, en aquellos tiempos convivían los hoteles con la explotación turística de casas, y todas ellas estaban reguladas por la Real Orden del 27 de noviembre de 1858 sobre los hoteles, fondas, posadas y casas de huéspedes que se establecieran en cualquier población española.

Lo anterior pone de manifiesto dos cuestiones; una, que la actividad desarrollada con las viviendas vacacionales reguladas por el decreto 113/2015, de 22 de mayo, que aprueba el reglamento para la Comunidad Autónoma de Canarias, no supone ninguna novedad, únicamente han cambiado las plataformas de comunicación que en la actualidad están representando una oportunidad de negocio para muchos; y otra, la necesidad de las empresas familiares de evolucionar y adaptarse al contexto económico y social de cada momento para mantenerse en el tiempo.

También es importante recordar lo que significó el esfuerzo de muchos hoteleros como Luis Díaz y Bernhard Schuchardt para mantener la calidad en el desarrollo del sector turístico, y lo que implicó la decisión de pasar de ofrecer en los hoteles una carta, para que pudiesen elegir los clientes con un menú de calidad, a un bufé, que era más competitivo y al mismo tiempo supuso apostar por un turismo de masas.

Todo ello, nos lleva a percibir de otra manera determinadas decisiones, no siempre entendidas, apostando por el turismo de calidad y a valorar lo importante que es disponer de una planta hotelera como la que tenemos hoy en día y generadora de muchos puestos de trabajo, y nos debe llevar a gestionar adecuadamente los equilibrios entre las distintas actividades que afectan al sector turístico dándole a todas ellas la importancia que tienen.